Acaba
de terminar el Festival de Primavera en China. Sí, un mes después
de su comienzo. En China son menos fiesteros que en España, pero
cuando se ponen a ello, lo hacen a lo grande. El Festival de
Primavera es el momento del año más importante en China. Todo el
mundo regresa a sus ciudades natales con el fin de reunirse con la
familia, las estaciones de tren y autobús se colapsan, los billetes
se agotan... Las calles se adornan con farolillos rojos y todos los
establecimientos se cierran durante los días más importantes del
festival. Las zonas más alejadas del centro de la ciudad se
convierten en barrios fantasmas. Las persianas de las tiendas se
bajan y el tráfico, comparado con un día normal, es casi
inexistente. Sin embargo, no en todas partes se celebra igual o,
¿acaso celebráis vosotros la Navidad o la Nochevieja igual que
vuestros vecinos? En cada lugar de China y en cada familia existen
unas tradiciones y costumbres. En este post quiero mostraros algunas
de ellas.
Mis
amigos Weiwei, Zhou Di, Yingying, Xueer y Chun estaban deseando que
llegaran estas fechas y han tenido el detalle de enviarme sus fotos y
comentarios sobre estos días tan especiales.
1)
Así se lo ha celebrado Weiwei, en Guizhou.
Weiwei,
profesora de inglés en un instituto, comienza a prepararse para el
festival una semana antes de que comience el nuevo año. Durante esos
días ella y su marido han tenido que hacer más compras de lo normal
y eso no es algo fácil durante estas fechas, ya que los
supermercados están abarrotados de gente. Eso sí, llenos de ofertas
especiales y bien decorados, para ir creando ambiente.
La
decoración para la casa tampoco se puede pasar por alto, así que
Weiwei pasa por uno de esos mercadillos especiales que se organizan
durante estas fechas. Una vez que la casa está lista y el
frigorífico lleno, es hora de ponerse manos a la obra. Las comidas
familiares son lo más importante durante este festival, casi como lo
es nuestra cena de Nochebuena o nuestra comida el día de Reyes. Las
mesas chinas se llenan de todo tipo de platos, muchas veces cargados
de gran simbolismo. Los fideos laomian, al ser largos,
simbolizan la longevidad; los rollitos de primavera, bien dorados,
pueden recordarnos a lingotes de oro y, por tanto, simbolizan la
riqueza; o las gambas, que colocadas en cierta posición parecen
sonrisas que nos invitan a ser felices durante el año que va a
entrar. El pescado tampoco puede faltar, ya que su nombre en chino
(yu) suena igual que la palabra abundancia.
Además, Weiwei prepara una bandeja de guojuan, muy
típicos en su provincia y más aún durante estos días. Su familia
tuvo una cena de fin de año envidiable, y es que ¿quién no querría
sentarse alrededor de una mesa así? Desde luego, yo ya me he
apuntado a pasar el próximo Festival de Primavera en su casa, así
que espero que vayan haciéndome hueco, ¡aunque estemos un poco
apretados!
Guojuan,
comida típica en Guizhou durante estas fechas.
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Familia de Weiwei despidiéndose del año de la cabra. Platos servidos durante la comida y cena. |
Imágenes
tomadas con el móvil de los fuegos artificiales, a las 12 de la
noche.
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Weiwei
tiene antepasados miao (uno de los grupos étnicos de China), por lo
que no se pierde el Festival Tiao Hua. Esta es una festividad
tradicional entre la población miao que se celebra cada año durante
el primer mes lunar. Música, bailes, desfiles y diferentes tipos de
actuaciones tienen lugar durante este festival. Durante estas
representaciones la gente lleva la vestimenta tradicional miao, con
su espectacular ornamentación de plata. Además, este festival es
aprovechado por las mujeres y hombres solteros para encontrar pareja.
Zhou
Di estudia muy lejos de su casa, situada en una ciudad de Sichuan llamada
Panzhihua. Llegar hasta allí le lleva más de 20 horas de viaje en
tren. Ha tenido que reservar el billete con dos meses de antelación
y aún así le ha costado encontrar uno apropiado. Dice que hace un
par de años tuvo que hacer el viaje en tren de pie, ya que no
quedaban asientos o camas libres. Hace ya un año que no ve a su
familia, así que está deseando reunirse con ellos. Zhou Di admite
que a él nunca le han explicado nada sobre el Festival de Primavera,
dice que lo que sabe lo ha ido aprendiendo él solo desde pequeño a
través de observar lo que sucedía a su alrededor durante estos
días. Piensa que las tradiciones son importantes y que si a los
niños no se les explica el origen de estas, pueden perderse con los
años.
Cuando
llega a su casa, ayuda a su madre a decorar la puerta de entrada con
los clásicos adornos rojos que predican buenos deseos. El resto de
días los pasa entre comidas familiares, unas veces con sus abuelos,
otras con sus tíos... Pero con la mesa siempre llena de platos, para
terminar el año con el estómago bien lleno.
El
último día del año, prepararon una mesa muy especial con platos y
bebida. Sin embargo, ni Zhou Di ni sus familiares podían probar lo
que había sobre ella, ya que era una ofrenda para los ancestros de
la familia, una forma de mostrar respeto a sus antepasados y de
recordarles que no se olvidan de ellos. La mesa fue retirada pasada
la media noche, con el bullicio de la celebración de fondo.
Además,
en su pueblo existe la costumbre de poner hongbao (sobres
rojos con dinero) bajo la almohada de los niños y jóvenes. Si
duermen con el sobre rojo bajo la almohada durante toda la noche,
tendrán un año lleno de buena suerte. Zhou Di, comenzará a
trabajar durante este año, por lo que este es el último Festival de
Primavera en el que recibirá hongbao.
Después
de la cena, pasaron el rato jugando al Mahjong y viendo la gala de la
CCTV (similar a esas galas de Nochevieja tan fabulosas que nos ponen
a nosotros), que este año incluyó la función del Mono de la Ópera
de Beijing.
Decoración
en la entrada de su casa.
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Foto
con su familia tras un año sin verse.
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Comida y cena con sus abuelos y familia. |
Mesa
simbólica para los ancestros.
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Hongbao
bajo la almohada de Zhou Di
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Mahjong y Representación del Mono de la Ópera de Beijing en la gala de la CCTV. |
La
última semana del Festival de Primavera, comienzan las preparaciones
para el Festival de las Linternas, que el lunes (decimoquinto día
del año nuevo) dio fin a las vacaciones. En las ciudades todo se
decora con luces y farolillos de colores. Zhou Di nos deja imágenes
como estas:
3) Así lo ha celebrado Yingying, en Beijing.
Yingying
ha ido hasta Beijing para pasar el fin de año en casa de su tía.
Ella va a mesa puesta, así que no tiene que preocuparse por hacer
compras ni para la cocina, ni para decorar la casa, que ya luce de
rojo cuando ella llega. Yingying acaba de terminar sus exámenes, así
que durante estos días solo quiere descansar y pasar momentos
agradables con la familia. Eso sí, no se escapa de ayudar a su tía
con la preparación de los clásicos jiaozi,
que no pueden faltar durante este festival. Cuando la última noche
del año lunar llega, la familia va colocando los platos sobre la
mesa y el banquete da comienzo. Tras la cena, el tiempo transcurre
tranquilo, con charlas familiares, juegos de cartas y la ya clásica
gala especial de la CCTV. Además, Yingying
comparte hongbao virtuales
con sus amigos. Tradicionalmente estos sobres rojos con buenos
deseos escritos en su solapa y dinero en el interior, se entregan de
forma personal a los jóvenes y niños durante el Festival de
Primavera. Sin embargo, las tradiciones también llegan a las nuevas
tecnologías y, hoy en día, existe una aplicación en wechat (el
whatsapp chino) que te permite enviar "sobres" con dinero
virtual a través del móvil. Los jóvenes hacen uso de esta
aplicación y, como locos, intentan conseguir el mayor número de
sobres posibles, ya que ese dinero pueden transferirlo a su cuenta
bancaria o utilizarlo para realizar compras a través de internet.
Poco antes de que terminase el año, Yingying me envió un sobre con
el que me deseaba lo mejor para el Año del Mono.
Preparando la mesa para la última cena del año. |
Juegos
tras la cena.
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Hongbao virtuales
que recibí desde China.
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4)
Así lo ha celebrado Xueer, en Xinjiang.
Xueer
vive en Altay, en el norte de la provincia de Xinjiang. Se trata de
una zona muy interesante debido a la confluencia de culturas que hay,
mayoritariamente la musulmana junto a la china. Debido a esta mezcla
de culturas, en Altay el Festival de Primavera no es tan importante
como en el resto de China, aunque eso no quiere decir que no lo
celebren.
Xueer
estudia en Guandong y el viaje en tren hasta Urumqi (capital de la
provincia) le lleva 3 días, más unas seis horas de coche hasta su
ciudad. Parece ser que un año no consiguió billete de cama y tuvo
que pasar los tres días de viaje sentada en el incómodo asiento del
tren. Creo que todos podemos imaginar cómo estaban sus piernas y su
espalda cuando llegó a casa.
En
Altay la gente aprovecha los días de vacaciones para ir a esquiar.
Nieve no falta y frío tampoco. La decoración típica de estos días,
más que los adornos rojos que predominan en el resto de China, son
las figuras de hielo, que por la noche se iluminan con luces de
colores. Algo de decoración roja también hay, por supuesto, y
algunos edificios se adornan con luces, especialmente en los días
previos al Festival de las Linternas.
Allí, la
familia también se junta para comer durante los días de
vacaciones. Lo más tradicional de la zona son las costillas de
caballo o el cordero (el cual eligen y compran vivo, para después
sacrificarlo). También son muy típicos los mantou (panecillos
cocidos al vapor), así como una sopa hecha con pasta de harina en
forma de arroz. Como explica Xueer, en las zonas rurales son muy
típicos los platos cuya base es la harina. Los días previos al año
nuevo la gente regala momo (los
pasteles de luna de la región) a familiares y amigos.
El
último día del año visitan a los amigos en sus casas por la mañana
y, por la noche, se cena con la familia. Sí, aquí también se ve la
gala de Año Nuevo en la tele, especialmente la gente mayor, ya que
los jóvenes y niños están demasiado ocupados tirando petardos en
la calle (eso sí, bien abrigados).
Xueer
esquiando con sus amigos
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La carne de cordero y las costillas de caballo son un manjar que no puede faltar en las comidas de fin de año. |
Mantou (panes al vapor) y harina utilizada para hacer esa sopa tan particular. |
La
familia de Xueer disfruta de la cena.
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Chun vive en Nanjing, capital de la provincia de Jiangsu. Hace cinco años que no pasa el Festival de Primavera en casa, ya que ha estado estudiando fuera de China. Por eso, este año es muy especial para ella, porque por fin va a poder estar con su familia durante estos días tan especiales. Con más ilusión que nunca ha ayudado a comprar decoración para la casa y comida para las reuniones familiares (aunque esto último supusiera tragarse largas colas en las tiendas). Ella y sus padres van a pasar un año nuevo tranquilo, sin grandes festejos. Lo único que quieren es terminar el año juntos y empezar el nuevo juntos también. En su cena de fin de año tampoco faltan los jiaozi, que han ido preparando durante la tarde. Después de la cena, encienden la tele, pero Chun tiene mejores planes, ya que ha comprado un buen cargamento de petardos con los que dar la bienvenida al Año del Mono.
He disfrutado un montón leyendo esta entrada. Está genial!! Al final llego a la conclusión de que en el fondo todo el mundo queremos lo mismo en fechas de este tipo (nuestra navidad o año nuevo chino) en cualquier rincón del planeta, estar junto a la familia, comer bien y soñar con un año mejor aún que el que se ha tenido. Realmente interesantes las diferentes experiencias de tus amigos y el trabajo de documentación que has llevado a cabo.
ResponderEliminarQue interesante!!!!!! Me ha gustado mucho ver como cambian las costumbres de un lugar a otro, lo que se come, como lo viven las familias, como se preparan para la llegada del año nuevo... Una entrada genial, enhorabuena
ResponderEliminar¡Hola! Te he nominado al Premio Dardos, aquí te explico un poco más de qué va: https://lavozaticedida.wordpress.com/2016/02/29/nominacion-a-premio-dardos/ ¡Un beso y a seguir escribiendo como hasta ahora!
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