10 cosas que me encantan de China

Todo blog sobre China debe incluir una lista de pros y contras sobre vivir en el país. Más que de pros y contras, voy a hacer una lista de las cosas que a mí me encantan y otra de las que no me gustan tanto. En esta entrada me centro en lo primero: 10 cosas que adoro de China. 

1. Es un país infinito

China es inmensa, todo el mundo lo sabe. Lo que no todos saben es que ese tamaño no es solo físico, sino también cultural. Si una cosa se une a la otra, se llega a la conclusión de que China es un país infinito. Puedes viajar y viajar y viajar, pasar semanas, meses o años allí. pero siempre quedarán cosas por descubrir y aprender.
Como curiosidad, para que os hagáis una idea del tamaño de China: la distancia entre Pekín y la ciudad donde yo vivía es de dos horas en avión (casi 14 horas en coche). La misma distancia que hay entre Madrid y Bruselas. Como veis en la imagen, el trayecto apenas cubre una parte minúscula del total del país.

2. Se puede comer mucho por muy poco

Y no solo eso, sino que todo está delicioso. La comida en China es, por norma general, muy barata. Por unos 6 euros puedes llenarte hasta reventar y, además, disfrutar de lo que sea que hayas pedido. En los comedores universitarios la cosa es incluso mejor, ya que por 6 euros no solo comes, sino que desayunas y cenas.

Puesto de comida en un comedor universitario.

3. No hay que dejar propinas

Así es, en China no se dejan propinas. Ni lo intentéis, lo más probable es que os la devuelvan con cara de susto. No  es que yo sea una tacaña, pero admitámoslo, a nadie le gusta  tener que dejar moneditas extra a la hora de pagar la cuenta. Yo misma trabajo de camarera desde hace tiempo, pero ¿no me digáis que no es genial el poder macharse del restaurante sin remordimientos por haber pagado lo justo?

4. Caos = libertad

Suena raro, pero el caos chino es especial. No es un caos cualquier, digamos que es como el caos ese que muchos tenéis en vuestros escritorios: todo está hecho un lío, pero precisamente por eso sabéis dónde están las cosas, y os gusta. Esto del caos va muy unido al tema de la libertad. El país asiático tiene fama de más bien lo contrario, pero también goza de una libertad muy particular. Uno puede vestir lo que quiera, sentarse como quiera, caminar como quiera... Nadie se va a fijar en ti en medio de ese caos y, si lo hacen, no les va a a importar que lleves un sombrero con forma de hamburguesa o que cruces la calle saltando a la pata coja. Quien haya vivido en China, entenderá a lo que me refiero.

Algo que también me gusta es que, a pesar del caos y de las masas de gente que hay en las ciudades, China es un país extremadamente seguro a cualquier hora del día y en cualquier lugar, seas hombre o seas mujer.

5. Los parques
Ya os lo he comentado en alguna ocasión: soy una enamorada de los parques chinos. Frente a ese caos que acabo de mencionar, en las ciudades de China se pueden encontrar rincones donde el ambiente es muy diferente al que invade las calles y avenidas más concurridas. Los parques chinos son unos lugares muy especiales a los que te verás inevitablemente arrastrado con frecuencia si vives en el país. Podéis descubrir más sobre el tema y ver algunos vídeos e imágenes en esta entrada: Parques chinos: huyendo del mundanal ruido.

6. Es fácil conocer gente

He oído decir que no siempre es así, pero la experiencia me dice que siendo extranjero es extremadamente sencillo conocer gente nueva. En España, hacer nuevos amigos me lleva siglos. En China, con una mente abierta y un "¿tienes wechat?" todo está arreglado. Los chinos querrán ser tus amigos porque eres extranjero, y los extranjeros, lo mismo. En China es muy fácil conocer a gente de todas partes del  mundo, ya que, aunque los laowai (guiris) allí somos pocos, lo tenemos fácil a la hora de reconocernos por la calle.

Junto a mi grupito de amigos chinos que, desde el primer día,
me acogieron como a una más.

7. Salir de casa es toda una aventura

Cada día en China es una aventura. El carácter de la gente hace que sea así. Te encontrarás con situaciones inesperadas casi a diario y, aunque en ocasiones te podrá resultar un poco irritante y desesperante, acabaras amando la espontaneidad que el día a día chino te ofrece.

8. Los libros son muy baratos 

No sé por qué, pero los libros son bastante más asequibles en China de lo que lo son en nuestros países. Cuando estuve allí me hice con todo un cargamento de libros, el problema es que no tenía espacio suficiente en a maleta para traérmelos a España  y tuve que enviarlos por correo en un paquete. El paquete nunca llegó. Aún me da una punzadita en el corazón cada vez que pienso en ello.

Trilogía de Los Juegos del Hambre en una librería china.

9. El  regateo 

No tanto por el hecho de que puedes conseguir las cosas más baratas, sino por lo divertido que es el proceso en sí. Regatear es toda una experiencia y, de hecho, es algo que se echa de menos cuando se deja el país asiático... Lo confieso, alguna vez he intentado regatear en una tienda de chinos ya de vuelta en España. Y sí, lo conseguí :D

10. Puedes dormirte en cualquier parte

China es el paraíso de los dormilones como yo. Puedes dormir cuando quieras y donde quieras y nadie te va a mirar raro. Tengo toda una colección de fotos de personas durmiendo en todas partes como prueba de ello: restaurantes, estaciones, parques o incluso en la Gran Muralla. 

Próximamente... 10 cosas que no me gustan tanto de China. ¡Estad atentos!