Suzhou
es una ciudad a apenas 3 horas en tren desde Hangzhou, situada en la provincia de Jiangsu. Sus calles son
tranquilas, pobladas por casitas blancas en la zona más tradicional
y surcadas por canales por los que navegan barcas. Estos últimos
otorgan a Suzhou el sobrenombre de "La Venecia de China”.
Lo primero que llama la atención de este lugar son todos esos canales que
la atraviesan. Alrededor de estos, la vida cotidiana de los
"suzhounianos" regala imágenes que enamoran a turistas y viajeros
extranjeros.
Tal vez eso es lo que más me gustó de
la ciudad (y lo que más tiempo nos robó). El pasear por esas calles de casas
blancas donde, en cada rincón, se respira el estilo de vida de la China del día a día. Mercados por la mañana, puestos callejeros de comida por las
noches, tiendas de recuerdos en las zonas más turísticas, limpiadores de
zapatos, niños jugando a la puerta de los comercios familiares e incluso
perritos responsables que vigilan el puesto mientras el dueño se ausenta (ver
foto más abajo). Todo un placer para mi cámara, que no daba abasto a disparar
fotos aquí y allá.
Es en esta zona donde estábamos alojados. Como siempre, en un modesto albergue de esos que cuestan poco más de 6 euros la noche. Lo que nos permitió conocer la zona bien a fondo y deleitarnos con escenas de lo más curiosas.
A pocos minutos de esta zona, se encuentran las avenidas y calles más modernas,
con centros comerciales, letreros con luces de colores, McDonald's, KFCs y
locales con música “chunda-chunda” a todo volumen. Es por aquí donde, tras una tarde entera de paseo por callejuelas
blancas, paramos a jugar unas partidas de billar y a pasar un buen rato antes
de dar por concluido el día.
A la mañana siguiente, después de llenar el estomago con un contundente
desayuno al más puro estilo chino, nos pusimos en marcha hacia la Pagoda del
Norte y su Templo.
Desde lo alto de la pagoda hay unas vistas estupendas de todo Suzhou. Sin
embargo, el interior es muy viejo, oscuro y no está en condiciones demasiado
buenas. Tal vez, por eso, da peor rollo que ninguna otra pagoda y uno espera
encontrarse con una aparición de Buda en cualquier rincón.
Más de 60 jardines se encuentran a lo largo y ancho de la ciudad y son
conocidos por ser los más hermosos de toda China. Nueve de ellos han sido
nombrados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. De todos los jardines
solo visitamos tres de ellos. Dos, catalogados por la Unesco.
El primero de todos fue el Jardín de la Política de los Simples. Es el
más grande de todo Suzhou y uno de los más hermosos. Sin embargo, la enorme
cantidad de visitantes que recibe hace que no se pueda apreciar bien la
tranquilidad que este lugar podría transmitir en otras condiciones.
El siguiente jardín en el que paramos, muy cerquita del anterior, fue el
Jardín del León. Recibe este nombre por tener una piedra con forma de león
sonriente en uno de sus patios. Es mucho más tranquilo que el anterior y mucho
más sencillo, pero con el mismo encanto.
Otra visita que no podíamos perdernos era la del Museo de Suzhou. El
edificio en sí es una maravilla de la arquitectura. Fue diseñado por Ieoh Ming
Pei, el mismo arquitecto que diseñó la Pirámide del Louvre, en París. En
este caso, el resultado ha sido una combinación muy elegante de modernidad y
tradición, que acoge colecciones de gran valor.
Para dar por terminado el fin de semana, fuimos a pasear a la zona del
Jardín del Este y por los alrededores del Jardín de la Pareja Dividida.
Sin duda, Suzhou es una de esas ciudades que merecen la pena. Que
merecen, incluso, una segunda visita para perderse por sus calles y descubrir
nuevos rincones. La estancia allí fue corta, pero la disfrutamos al
máximo.
¿Tenéis pensado ir a China? Pues ya sabéis de otro lugar al que podéis
ir.
Fantástico, y la pagoda... sencillamente impresionante!!!
ResponderEliminar¿A que sí? :)
EliminarQué chulo Suzhou, cuando volvamos a China visita obligada!
ResponderEliminar¡Buena idea!
EliminarQue sitio mas bonito y curioso!!me encanta sobretodo de China como la gente vive y disfruta de todo en la calle:comen,juegan,bailan...etc para que luego opinen de ellos que son serios y que solo piensan en trabajar..yo no vi eso cuando estuve..
ResponderEliminarEs cierto, Sonia, a los chinos les encanta hacer vida en la calle. Les da igual que sea verano, otoño o invierno! Los parques, jardines y plazas siempre están llenos de actividad.
EliminarNosotros estuvimos en Guiyang(Guizhou)y era maravilloso ir x la calle y ver gente comiendo en cuclillas en cualquier sitio,gente mayor jugando a las cartas en medio de la acera..ir a 1 parque inmenso donde habia gente cantando en karaoke en cualquier jardin..otros haciendo taichi con abanicos o espadas..otros bailando incluso una canción en español de Ricky Martin(eso fue lo mas para nosotros..)
EliminarYo creo disfrutan de la calle y son muy abiertos y simpaticos..no el concepto que se tiene en España de ellos..
Hay gente de todo tipo, como en todas partes. Pero es cierto que la mayor parte de la gente que me he encontrado es como tú la describes, muy agradables. A mí me encantaba salir a pasear los fines de semana por parques. El ambiente allí es totalmente diferente al que hay en la ciudad.
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