Enero
llegó y con ello el fin de curso, las despedidas y, como no podía
faltar en China, una fabulosa ceremonia de clausura. Entrega de
diplomas, ropas elegantes, discursos de esos que hacen saltar lagrimitas y, sobre todo, fotos, muchas fotos.
Después
de cuatro meses de clases diarias, llegó la hora de terminar el curso. Por
lo que el departamento de extranjeros nos informó de que debíamos
ponernos nuestras mejores galas y acudir a las 8 de la mañana al
aula de ceremonias (¿quién querría poner la ceremonia más tarde
pudiéndola poner a las 8 de la mañana?). Entre la hora, las pocas
ganas que tenía de decir adiós a aquellos cuatro meses y lo poco que me
apetecía despedirme de todos los compañeros que ya volvían a sus
países, aquel día fue especialmente difícil levantarse de la
cama.
Pero
nosotros siempre intentábamos disfrutar del momento, así que
después de la ceremonia nos pusimos ropas más cómodas y nos
preparamos una fondue de queso para disfrutarla entre risas e
intercambios de fotos.
Después
de este día, en la residencia comenzó a respirarse el olor a adiós
y a vacío. Los pasillos hacían más eco que nunca, no había que
esperar para utilizar la cocina y el ascensor llegaba a tu piso sin
parar antes en todos los demás. Yo misma tendría que coger un avión
en pocos días para volver a España.
Pero,
¿quién querría marcharse sabiendo que en China aún nos quedaban
tantas cosas por descubrir? Desde luego yo no. Aquella experiencia
estaba siendo demasiado buena como para darla por terminada, así que
lo de volver a España a mediados de enero no me convencía. Cambié
la fecha del billete de vuelta y me quedé en China hasta marzo.
¿Qué
hice durante todo ese tiempo? Pronto os lo contaré ;)
Eres buena, muy buena... "quién querría poner la ceremonia más tarde pudiéndola poner a las 8 de la mañana?" jajajjaja Me recuerdas a mi hijo, todos y cada uno de los días sale el tema "en Aarhus, cuando estaba en Dinamarca".
ResponderEliminarMe alegro de que lo pases bien con mi blog, Bego. Creo que por mi casa también están un poco hartos de mi "pues cuando estaba en China...". Eso quiere decir que lo de viajar siempre es una experiencia enriquecedora :)
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