A finales de verano, Carlos Cuevas Sirera contactó conmigo contándome que planeaba hacer un viaje a China junto a su familia, con la que desde hace ya años viaja por el mundo.
Carlos, de 24 años, ha sentido fascinación por Asia desde bien pequeño y, especialmente, por la cultura China. Me comentó que siempre había querido visitar Hong Kong y Yunnan, y que estaba realmente emocionado porque, por fin, había conseguido convencer a su familia para hacer este viaje.
Admite sentir un gran interés por las minorías étnicas y cuenta que desde los 16 años ha colaborado con la Fundación Casa del Tibet. A día de hoy asiste a un Máster sobre China en la Universidad Pompeu Fabra y confiesa que no se pierde ni una sola conferencia sobre el tema que tenga lugar en su ciudad.
Tras regresar de su viaje, publicó un relato sobre sus aventuras en viajarporlibre.net.
Hoy, Carlos nos cuenta con ilusión y en primera persona cómo resultó ser esta experiencia para él y su familia.
1. ¿Por qué elegisteis ir a Hong Kong y Yunnan?
El
motivo de nuestro viaje a Yunnan era conocer la China rural y
especialmente las minorías étnicas que hay en esa provincia.
Pudimos ver a los Bai en la ciudad de Dali y en Lijiang a los Naxi.
En esta zona también pudimos encontrar bastantes tibetanos ya que la
antigua Ruta de la Seda pasaba por Yunnan acabando en la Región
Autónoma del Tíbet.
Al
tener que hacer escala para llegar a esta región decidimos hacerla
en Hong Kong pues es la ciudad que queda cerca de su capital,
Kunming, a unas 2 horas y media en avión, a través de un vuelo
interno. No conocíamos Hong Kong pues en nuestro primer viaje a
China estuvimos en Shanghai.
Sin
duda es una metrópolis espectacular por los grandes rascacielos en
medio de una exuberante naturaleza, ya que de los 1000 km2
solo el 25% está poblado y el 75% restante es pura vegetación
tropical. Los hongkoneses tienen un gran parecido a los occidentales,
y aunque el gobierno esta potenciando el crecimiento de Shanghái y
Beijing, estas ciudades aun están a años luz de este pueblo
completamente marcado por la colonización británica.
2. Me comentaste que queríais visitar lugares menos conocidos y menos
turísticos, ¿lo conseguisteis? ¿Fue difícil?
En
Yunnan hay muy pocos turistas occidentales, eso sí, muchísimos
nacionales. De vez en cuando te encuentras algún extranjero
occidental y “la tradición” es saludarse efusivamente.
Es
una provincia en la que, debido a su buen tiempo y belleza, las
parejas chinas aprovechan para hacerse las fotografías de su boda
(incluso 1 año antes de la celebración, según nos contaron).
También es el lugar preferido como luna de miel para jóvenes chinos
de todo el país.
Aunque
en Lijiang hay mucho turismo chino, si te alejas un poco puedes
visitar pueblos completamente auténticos donde no hay
masificaciones, como Basha .
Fotografía de Carlos Cuevas. |
3.
Por lo que cuentas en tu artículo de viajarporlibre.net
parece que tuvisteis mucha suerte, que la gente fue muy amable con
vosotros y que os resultó muy fácil moveros por allí. ¿Fue
realmente así o tuvisteis también alguna experiencia negativa o
complicada?
Lo
único que tuvimos complicado fue el desconocimiento del idioma. El
inglés tampoco ayuda, porque ni los jóvenes saben hablarlo y, quien
dice saber, conoce sólo 4 palabras; pero con la ayuda de un mapa y
un mini diccionario de chino mandarín y, sobre todo, por gestos nos
hicimos entender.
Esta
dificultad se hacía más patente cuando buscábamos a un taxista que
hablase un poco ingles para hacer excursiones. Nos costó bastante
encontrarlos. Pero con un poco de paciencia y sin enfadarnos por las
diferencias culturales que aparecen en todo momento, no existe
problema de ir por libre a esta región recóndita de China.
4. Como viajabais por vuestra cuenta, ¿tuvisteis alguna dificultad a
la hora de organizar el viaje o algún problema de comunicación
allí?
Organizar
el viaje no fue sencillo porque queríamos ver muchas cosas y
teníamos poco tiempo. Tuvimos que coger vuelos internos y después
un taxi durante 3 horas de trayecto hasta llegar a las faldas del
Himalaya, pero mereció la pena. Lo que hay que tener en cuenta es
qué quieres ir a ver y las distancias entre un sitio y otro. Todo
parece muy cerca pero en realidad no lo está, o las carreteras no
son las esperadas.
Además,
como decía, la mayor dificultad es el idioma; aunque la gente de
allí enseguida pone su mejor voluntad para hacerse entender.
Fotografía de Carlos Cuevas. |
5.
¿Qué consejo darías a alguien que quisiera hacer también por
libre el viaje que habéis hecho vosotros?
Que
lo organice con tiempo, que calcule bien las distancias y el tiempo
del que dispone, y que reserve previamente los hoteles en los que
desea alojarse porque, al ser un provincia grande y con turismo
nacional, es algo complicado.
6.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de este viaje?
Lo
que más me sorprendió y gustó fue el templo tibetano llamado
Yufeng, que era un escuela de budismo a la vez que un hospicio. La
gente con pocos recursos de la aldea manda allí a los niños, aunque
no sean Budistas, para que les den una buena educación y
manutención. Se respiraba mucha calma y parecía que estuvieses en
el Techo del Mundo. Las montañas que se veían detrás eran ya el
Tíbet. Fue una gran experiencia conocerlo.
7.
De los lugares que visitasteis durante estos días, ¿cuál o cuáles
son los que más te han gustado?
Los
monasterios de Hong Kong también son muy interesantes. En medio de
una ciudad y rodeado de moles de cemento puedes encontrar un
monasterio budista en el que se respira calma y tranquilidad, como
si la vida frenética que lo envuelve se hubiese detenido.
De
Yunnan, en el pueblo de Dali, me encantó una casa tradicional de
la etnia Bai donde nos recibieron con canciones tradicionales y
vestidos con los trajes festivos del lugar. Toda esta pequeña ciudad
amurallada es un encanto y en ella es fácil encontrar rincones donde
perderse.
Fotografía de Carlos Cuevas. |
8.
¿Alguna anécdota de esas que merecen la pena ser contadas?
Durante
nuestra estancia en Kunmig deseamos cenar en una pizzería, pues ya
estábamos algo cansados de la cocina China. No encontrábamos a
nadie que fuera capaz de entendernos en inglés, hasta que topamos
con una amable señora que llamó a su hija con su móvil, pues ella
si lo chapurreaba algo. Pobrecilla, era sólo una niña que lo estaba
aprendiendo en el cole, y gracias a ella y a su atenta madre llegamos
a nuestro destino conectados a través del móvil.
9.
¿La experiencia ha cumplido con tus expectativas?
Sí
ha cumplido mis expectativas, lástima que no hubiese visto ese
Yunnan tan orientado al turismo interno, pero es un viaje que merece
mucho la pena.
10.
¿Planeas hacer algún otro viaje a China en el futuro? Si es así,
¿cuál te gustaría que fuera el próximo destino?
Sí,
mi sueño sería ir a ver la Región del Tíbet, pero debido a la
situación política actual prefiero esperar. Yunnan antes era Tibet,
me quedo con esta idea.
Otro
viaje sería visitar la región del Xinjiang para ver la etnia Uigur,
pero de momento sólo es un sueño que espero poder hacer realidad
algún día.
Fotografía de Carlos Cuevas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
1- Debajo del recuadro donde habéis escrito vuestro comentario pone "comentar como"
2- Seleccionad la opción "Nombre/URL".
3- Escribid vuestro nombre en la casilla "nombre" y dejad en blanco la casilla "URL".
5- Continuar >>> Publicar.
¡Y listo!