La Ciudad Prohibida o Palacio Imperial es
uno de los iconos por excelencia de Beijing. ¿Quién no ha oído alguna vez
hablar de este lugar? Se trata de un complejo colosal, uno de los
palacios más grandes del mundo, cuya superficie abarca un rectángulo de más de
70 hectáreas y que está formado por casi 1.000 edificios y 9.999 salas. No hay
duda de que son unas cifras de vértigo, especialmente si se tiene en cuenta que
fue construido exclusivamente para una persona: el Emperador.