Es
casi inevitable adentrarse en el maravilloso mundo de la gastronomía
china sin escuchar hablar del huoguo,
uno de los platos más longevos del país. El huoguo(火锅)es
conocido internacionalmente por su traducción al inglés: hotpot.
En español podríamos llamarlo algo así como “olla caliente”.
Sí, el nombre suena peligroso, pero lo cierto es que el mayor
peligro que entraña es el de no poder parar de comer.
La
base de este plato, como su propio nombre indica, es una olla
caliente llena de caldo hirviendo. Este caldo puede ser suave o
picante, a gusto del consumidor. Lo de picante no se refiere a que le
echen unos granitos de pimienta, sino a que el agua va a estar
repleta de guindillas, por lo que podréis imaginar cómo es su
sabor… Por suerte, el caldo hirviendo de la olla no está hecho
para ser bebido o tragado a cucharadas (el sabor es muy fuerte, ¡ni
lo intentéis!). Su función es mucho más interesante… La olla se
sitúa en el centro de la mesa y la gente colocada a su alrededor
tendrá que lanzar comida cruda al interior con el fin de que esta se
cueza en el caldo. Puede servir prácticamente cualquier alimento que
se os ocurra: verduras, carnes, pescado, tofu, marisco, huevos,
setas…