Como sabéis, este
verano he vuelto a mi querida China. Sois muchos los que me habéis preguntado
qué se me ha perdido por allí esta vez, ¿beca, estudios, trabajo, turismo? Una
vez (casi) recuperada del molesto jet lag que me ha tenido zombie durante unos días,
ha llegado la hora de que os cuente de qué ha ido mi nueva aventura.
Hace unos meses,
surgieron las ganas y la oportunidad de regresar a China, y me puse a planear
el nuevo viaje, esta vez liberado de responsabilidades académicas (ya sabéis
que la última vez fui allí para estudiar). Se ha tratado de un viaje de placer,
organizado por cuenta propia, con el único objetivo de poder disfrutar del país
de nuevo y de adentrarme una vez más en la cultura china.
Yo, muy feliz, al llegar a mi hogar chino después de 4 años lejos. |
Os he tenido desinformados porque ya sabéis que
en China tanto Facebook, como Google (y por consiguiente mi blog), están
censurados. Podría haberse solucionado instalando una VPN, que permiten el
acceso al internet “normal”, pero en general las que funcionan bien son de
pago, y me pareció algo prescindible.
La mayor parte del mes la he pasado en la
provincia de Yunnan, visitando la capital (Kunming) y sus alrededores, parques
naturales, y ciudades y pueblos como Dali, Lijiang, Jianshui, Yuanyang, Shaxi,
Shangrila... Pero también he regresado a lugares ya conocidos, como mi
hogar chino: Hangzhou, donde visité el campus donde estudié y me reuní con
viejos amigos. E incluso hice una paradita en la preciosa provincia de Guangxi
o en la abarrotada ciudad de Shanghai.
No entro por ahora en más detalles sobre el
itinerario, ya que poco a poco os iré contando con calma cosas sobre cada uno
de estos lugares y subiré fotos, recomendaciones y anécdotas curiosas.
He intentado aprovechar el mes al máximo, ya que, aunque parece mucho tiempo, no lo es para un país como China. Eso ha supuesto llevar un ritmo algo agotador en ocasiones, muchas horas de transporte, y recorrer largas distancias en poco tiempo. Pero me habría pasado otro mes así, y eso es una señal de que ese ritmo frenético ha merecido la pena (y de que China engancha).
Un pequeño avance del viaje |
He intentado aprovechar el mes al máximo, ya que, aunque parece mucho tiempo, no lo es para un país como China. Eso ha supuesto llevar un ritmo algo agotador en ocasiones, muchas horas de transporte, y recorrer largas distancias en poco tiempo. Pero me habría pasado otro mes así, y eso es una señal de que ese ritmo frenético ha merecido la pena (y de que China engancha).
Sí, he visto muchas cosas en poco tiempo, pero
eso no quiere decir que las haya visto mal. De hecho, he intentado disfrutarlo
todo al máximo y el plan de viaje se ha ido modificando sobre la marcha
adaptándose al tiempo que necesitaba cada lugar o incluso al tiempo que a mí me
apetecía quedarme en cada sitio. Por el camino he conocido a gente que ha
acabado trastocando mis planes por completo y he acabado en lugares que me han
calado tan hondo, que me han atrapado allí durante más días de los
previstos.
Viajar por un país tan diferente en una época en
la que el turismo (tanto nacional, como internacional) está en pleno auge, hace
que uno se plantee ciertas cuestiones: ¿es lo mismo ser turista que viajero?
¿qué diferencia lo uno de lo otro? ¿es lo uno mejor que lo otro? ¿son ambas
cosas compatibles? Me he dado cuenta de que se tiende a trazar una línea
entre turismo y viaje, dejando lo primero en un lugar peor parado. Pero creo
que la división no es tan sencilla y que en muchos casos, cruzar de un lado de
la línea al otro es recomendable.
Esto me llevó a pensar sobre qué consideraba que
estaba haciendo yo en China: ¿turismo o viaje? Y lo cierto es que en general me
he sentido más cómoda pensando que se trataba de lo segundo, dado que, en
ciertas ocasiones, la experiencia en lugares considerados
"turísticos" no fue del todo satisfactoria. Pero por otro lado
observaba a los turistas y viajeros que nos cruzábamos por el camino, en
concreto a los extranjeros. Y llegaba a la conclusión de que había algo que me
diferenciaba de la mayoría de ellos. El caso es que ellos, turistas o viajeros,
se sentían en un lugar extraño y se notaba que, aunque podían estar disfrutando
de lo que veían y hacían, se sentían en cierto modo fuera de lugar. Sin embargo,
China hace que yo, por algún motivo, me sienta extremadamente cómoda allí y, en
cierto modo, me sentía parte del lugar.
Yo, cámara en mano y turbante improvisado en cabeza, mimetizándome con el lugar :P |
He ido a China a hacer turismo, a viajar, a visitar lugares famosos, a vagar de aquí para allá por las calles, a sacar montones de fotos, a comprar souvenirs y a dejarme llevar. Como una turista, como una viajera. Y ambas cosas han estado genial, pero eso no es lo importante cuando se va a conocer un lugar. Da igual la denominación que se utilice para calificar la experiencia, lo verdaderamente importante es observar, aprender e integrarse, y yo he intentado integrarme en cada rincón de China que he pisado, aunque supiera que solo iba a pasar allí un par de días.
He oído decir en múltiples ocasiones a extranjeros que han
vivido o viven en China, que para los de fuera es misión imposible integrarse
en esa sociedad, que allí siempre te verán como el "laowai", como el
de ojos redondos que viene de lejos. Pero sinceramente creo que el sentirse
integrado, el sentirse parte de China no depende tanto de los demás, como de
uno mismo y de cómo cada uno conecta con lo que le rodea a nivel personal.
Entiendo que integrarse en un lugar cuando no se habla el idioma o cuando no se conoce demasiado la cultura, no siempre es sencillo. Pero después de este mes, recomiendo a todo el mundo que, viaje donde viaje, al menos intente dar un paso más allá e intente no solo estar en el lugar, sino ser parte del lugar, aunque sea por poco tiempo. Va a ser algo positivo, tanto para vosotros, como para la gente que se cruce en vuestro camino.
Yo no solo lo he intentado, sino que, por suerte, lo he
conseguido. Hemos conseguido que en una aldeita donde el primer día nos miraban
con desconfianza y ni se acercaban a nosotros, los niños acabasen jugando a la
baraja española y cantando el "choco-choco-la-la" en la plaza del
pueblo; hemos conseguido hacer amigos con los que mantendremos el contacto
(esperamos que por mucho tiempo); que nos invitasen a comer en familia; que se
sentasen con nosotros a ver fotos de nuestra ciudad y a escuchar cosas sobre
nuestro país; que nos acompañasen a descubrir los "pequeños secretos"
del pueblo en el que estábamos; que nos regalasen cosas para llevarnos de
recuerdo a España; que nos aceptasen y tratasen con una hospitalidad
inimaginable... Y creo que todo esto es lo que ha hecho que este viaje haya
sido tan especial y tan personal.
Hay un proverbio chino que dice que los sabios se adaptan a
las circunstancias como el agua se adapta al recipiente que la contiene. Es lo
que Bruce Lee resumió con aquel famoso “be water, my friend” (‘sé
agua’). Y eso es lo que deberíamos hacer todos, ser agua y adaptarnos a lo que
nos rodea allá donde vayamos. No porque seamos sabios, sino para, tal vez,
llegar a serlo algún día.
Próximamente: nos vamos a descubrir en primera persona el
Mercado de Grillos de Shanghai y desentrañamos la historia de estos bichillos
en la cultura china.
¡Seguidme en las redes y
no os lo perdáis!
Completamente de acuerdo contigo en los puntos que comentas. El sentirse integrado, el sentirse parte de un lugar no depende tanto de los demás como de uno mismo y de cómo cada uno conecta con lo que le rodea a nivel personal... eso me ocurre a mí en los países árabes.
ResponderEliminar---Comentario publicado en Facebook---
Sin duda, hay un lugar del mundo para cada persona. Me alegra que tú también hayas podido sentir eso! :)
EliminarMe encanta lo que cuentas y lo que transmites. Me gustaría mucho volver a China y vivirla un poquito más de cerca
ResponderEliminar---Comentario publicado en Facebook---
Muchas gracias, Luna! Cuando quieras nos pegamos una escapadita la dos :D
EliminarSeguro que la próxima vez que vuelvas lo disfrutarás todo mil veces más, o al menos de una forma diferente.
Nosotros hemos visitado tres veces China.
ResponderEliminarSiempre me ha parecido un país impresionante y bonito
---Comentario publicado en Facebook---
Desde luego lo es! Hay tanto que ver y tanta variedad de paisajes, gentes, comidas... Haría falta toda una vida para descubrirlo a fondo! :D Saludos.
EliminarQué guay, me alegro de que te hayas conseguido mimetizar tanto en el ambiente. Yo también me siento muy cómoda allí, creo que a muchos nos pasa, es lo genial de China.
ResponderEliminarComo siempre que te leo Aida me haces viajar a China sin moverme de casa..Tienes razón para disfrutar de un viaje y de un pais hay que llevar una mente muy abierta y sobretodo ir cargada de ilusión y curiosidad como tú haces!!
ResponderEliminar---Comentario publicado en Facebook---
Me han gustado mucho tus reflexiones y estoy de acuerdo contigo, conectar depende sobretodo de uno mismo y de nuestra capacidad de adaptarse
ResponderEliminar---Comentario publicado en Facebook---
Que verdadero el viaje sea más satisfecho si puedes integrar y conectar con la cultura local, justamente regrese desde un camino de Santiago y me disgusta mucho, porque podaba inmersas un poco en la vida de España, y es más mejor que ser una turista solo. 陈岗
ResponderEliminarClaro, cuando uno va de turista solo se ve lo que te quieren enseñar, pero si la actitud y la curiosidad del viajero va más allá... la experiencia puede ser inmejorable!
EliminarMe alegro de que hayas disfrutado de tu viaje :)
Un saludo!
对不起, 我想说, me gusta mucho!
Eliminar哈哈哈,没关系!我懂了你的意思。
Eliminar