26 marzo 2019

La librería del País de las Maravillas

Las librerías de la cadena Zhongshuge (钟书阁) se han convertido en los últimos años en unas de las librerías más populares de China. Hace ya un tiempo que vi un artículo por internet con fotografías de este lugar y, como amante de los libros y de las librerías bonitas, cuando me enteré de que había una en Hangzhou me entraron unas ganas locas de ir a verla en primera persona. Así que, en cuanto tuve la oportunidad de volver a mi hogar chino, allí me planté.



La librería es famosa por su espectacular diseño interior, creado por la compañía XL-Muse de Shanghai. En ella se juega con la geometría, las luces y los espejos para crear efectos ópticos que transforman la imagen del lugar desde cualquier ángulo. El local no es muy grande, pero debido esos espejos en techos, paredes y columnas parece ser el doble de lo que es en realidad, con estanterías de metros de altura y pasillos infinitos. El diseño es, sin duda, curiosísimo, y es el mayor atractivo de esta librería, que cuenta con varias salas dedicadas tanto a adultos como niños. Además, tiene una zona de cafetería, donde se puede disfrutar de un café (a precio de oro) mientras se lee algún libro.
Mi punto débil en cualquier librería es la sección de literatura infantil y siempre que entro en alguna de estas tiendas acabo comprando algún libro para niños, ¡no lo puedo evitar! Me encantan, tienen dibujos preciosísimos y sus historias muchas veces dan mil vueltas a las de los adultos. La zona para niños de esta librería es fascinante: mientras que el resto de áreas son algo más sobrias, la zona infantil es un verdadero parque temático. Alicia, la del País de las Maravillas, podría haber llegado a este lugar cuando se cayó a través de aquel agujero misterioso. En esta salita los colores de los libros y las formas geométricas de las estanterías se mezclan con sus reflejos en los espejos y se crea una auténtica locura visual, acompañada incluso de un pequeño carrusel de madera. Me encantó cómo en esta habitación el ambiente lúdico se fusiona con el literario; muy apropiado para despertar el amor por la lectura en los más pequeños, ¿no?



Las salas de adultos, como he dicho, son algo más austeras en decoración y ambiente. A excepción de la denominada "Galería del Bosque", con un toque futurista, donde predomina la luz natural y destacan unas columnas luminosas que se alzan hasta su reflejo. Al parecer, estas columnas son un símbolo del conocimiento y la imaginación, que se elevan hasta donde la vista alcanza (y más allá) en medio de toda aquella literatura.
Hay también una zona dedicada a libros en inglés, para todos aquellos extranjeros que viven en la ciudad o para los chinos que quieran practicar la lectura en este idioma. Sin embargo, esta sección no es demasiado extensa y hay otras librerías en la ciudad que cuentan con más variedad en este tipo de materiales. 
¿Cosas que no me gustaron? Para empezar, la ubicación. La librería se encuentra en la segunda planta de un centro comercial que está bastante lejos del centro de la ciudad (en el distrito de Binjiang 滨江区). No sé si mucha gente se animará a desplazarse hasta la zona solo para pasar un rato en esta librería o conseguir allí algún libro. ¡A mí la verdad es que me daría un poco de pereza! Creo que en la zona centro hay librerías muy buenas que, aunque no tan bonitas, ofrecen muchas más posibilidades literarias. 


En segundo lugar, no me gustó nada el hecho de que todos los libros estuviesen precintados con un plástico que, según me dijeron, no se podía quitar. Es decir, que a no ser que vayas en busca de algún ejemplar en concreto, te obligan a comprar el libro por su portada sin dejarte echar un vistazo al interior. Eso de que en una librería no se pudiesen abrir los libros me pareció un poco extraño, por no hablar de la cantidad de plástico que se gasta en envolver de forma individual cada volumen... El no poder acceder al interior de los libros otorga al lugar cierta sensación de frialdad y me creó la impresión de que, más que una librería, aquello es una especie de museo donde se va a ver lo bonitos que quedan los libros en las estanterías, sin más. 
A pesar de ello, es un “museo” muy peculiar que merece una visitilla si vives por la zona y no tienes nada mejor que hacer.

2 comentarios:

  1. Quería comentar algo sobre lo que no le gusta: 1. lugar lejano; 2.libros precintado. En mi opinion, tenemos que preguntarnos, en un mundo donde compramos 80% de libros por el internet, ¿cómo sobrevive una librería offline? Y para una como esta, lujosamente decorada, el problema se ve más destacado.
    La librería queda en un sitio muy lejos de la ciudad, sin conección con el metro, lo que ha implicado una cosa: su cliente objetivo no es los pobres ni es los trabajadores ocupados. El poder frecuentar a esta librería significa uno tiene un transporte privado o tiene mucho tiempo para perder, el tipo de cliente sin preocupación por la carencia de dinero o tiempo y con más posiblidad de realmente comprar un libro, un café, una comida y otros servicio más lucrativos en la tienda. E incluso para los pobres y los ocupados, esta lejanía absurda sirve perfecto para que uno decida comprar un "souvenir" como el recuerdo de esta visita "una vez en la vida".
    Aparte del aspecto económico, 钟书阁 es una de las librerías potenciales que se llama "网红书店"(librería para sibaritas).Para mí, una sibarita, en su sentido negativo, por lo menos en chino, valora más la cara que la salud, el color que el sabor, y, en el caso de una librería, la funda que el contenido de un libro.
    Sea como sea, para la gente comun y corriente, este sitio es exactamente lo que ha dicho, un "museo".

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    Respuestas
    1. Así es. Tiene que haber oferta para todo tipo de demanda...
      Yo, sin duda, soy más de librerías con libros en los que el polvo se puede colar entre las páginas :D

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