¿Qué ver en Hangzhou? El paraíso en la tierra.

Hangzhou es la capital de la provincia de Zhejiang. Está situada en el sureste de China, a orillas del río Qiantang.

Marco Polo, que pasó por allí a finales del siglo XIII, la definió como la ciudad más suntuosa y elegante del mundo. Vale, tal vez el señor exageró un poquito con eso de "del mundo", pero es cierto que Hangzhou tiene un algo muy especial que hace que los extranjeros e incluso los propios chinos queden enamorados de ella. 

Hay un refrán chino que dice: “en el cielo está el paraíso, en la tierra están Suzhou y Hangzhou". Y sí, es verdad que Hangzhou, a pesar de estar convirtiéndose hoy en día en una ciudad llena de centros comerciales y rascacielos, tiene mucho, mucho de paraíso.

He vivido en esta ciudad durante 6 meses y volvería a vivir allí otros 6. Sí, le tengo un cariño especial a mi Hangzhou. Independientemente de esto, siendo objetiva, os recomiendo que si vais a China os animéis a pasar unos días allí (y si lleváis espacio de sobra en la maleta y queréis meterme dentro, enviadme un correo y lo arreglamos en un momento). 

A ver si con todo esto que os voy a contar termino de convenceros:

LAGO DEL OESTE (XIHU)

Las primeras palabras que se suelen escuchar de esta ciudad son referentes a su Lago del Oeste (Xihu), un lago  con un encanto único, rodeado en una de sus partes por el caos de la ciudad y por otra parte rodeado por la calma de parques, montañas o campos de té. Es raro encontrar el Xihu sin esa neblina baja que lo cubre tanto en verano como en invierno. Multitud de barquitas aparecen y desaparecen entre la bruma y, por las tardes, se retiran entre los colores de una de las puestas de sol más bonitas que se pueden encontrar. Cuando la luz cae por completo, la orilla del Xihu se ilumina con luces de colores que juguetean en el reflejo del agua. En la zona más próxima a la ciudad, cada tarde, hay espectáculos de luz, música y chorros de agua que se entrelazan bailando entre ellos.

El Lago del Oeste, desde tiempos inmemorables, ha sido fuente de inspiración para poetas, para filósofos y para paseantes soñadores que se evaden del ruido caminando por sus puentes, visitando las pagodas que lo rodean y admirando el movimiento elegante de las ramas de los sauces que hay en la orilla. 

El lago es grande, y si queréis aprovechar el tiempo al máximo no os recomiendo que lo rodeéis caminando, porque os va a robar el día entero. Lo más cómodo para descubrir todos los rincones del lago, es alquilar una bicicleta en la orilla próxima a la ciudad. No tendréis ningún problema en encontrar estos puntos de alquiler de bicis, porque están por todas partes y los precios suelen ser muy asequibles. Sin embargo, intentad regatear porque, en general, el precio de las cosas se eleva misteriosamente frente a un extranjero. 

Además de todo esto, os aconsejo que, si podéis elegir, lo visitéis un día de diario y no los fines de semana. Los fines de semana Hangzhou se llena de gente de ciudades próximas que busca desconectar pasando el día en una zona agradable como es el Xihu. Y no solo gente de fuera, sino que los propios "Hangzhounianos" se concentran en los alrededores del lago para hacer deporte, visitar museos o merendar en los parques con sus niños. De lunes a viernes, sin duda, podréis apreciar mejor la paz que transmite este lugar.

ALREDEDORES DEL LAGO DEL OESTE

Prácticamente todo lo que hay que ver en Hangzhou se concentra en el Xihu y en sus alrededores. Pagodas, museos, parques, jardines, puentes, colinas, islas... Vayamos por orden. Digamos que comenzáis la visita al norte del lago, ya que es la zona más próxima a hoteles, hostales y paradas de autobús en general. Desde ahí, os recomiendo que os mováis en el sentido contrario a las agujas del reloj, caminando hacia el oeste. 

Lo primero que os encontraréis es el puente del dique Bai Juyi, que conduce hacia la Isla de la Colina Solitaria. 

En esta isla está el Museo provincial de Zhejiang. La entrada es gratuita, por lo que si tenéis curiosidad no perdéis nada por entrar a echar un vistazo. También encontraréis un lugar interesante donde, además de deleitaros con el encanto del rinconcito, podréis entrar a tomar un té, siempre y cuando estéis dispuestos a pagar el precio que ponen en las "casas de té" (preguntad siempre antes para no llevaros sorpresas). Este lugar del que hablo se llama Pabellón de la Luna de Otoño sobre el Lago en Calma (Pinghuqiuye); sí, un nombre muy corto y para nada poético. Además, si vais con hambre, justo al lado encontraréis un restaurante y una cafetería donde poder llenar el estómago. También en esta isla está el Parque Zhongshan, un lugar tranquilo para relajarse con un paseo entre las ruinas del palacio del emperador Qianlong.

Una vez que salgáis de la Isla de la Colina Solitaria, seguid bordeando la orilla del lago y llegaréis al Jardín Botánico (Zhiwuyuan). Si es primavera, verano o acaba de empezar el otoño, no os lo perdáis, porque es precioso. Si vais en los meses de invierno podéis prescindir de la visita.

Después podéis continuar bordeando la orilla o atajar por el Dique Dongpo, que para mi gusto es la mejor opción. Os llevará al sur del lago y a lo largo de él disfrutaréis de la sombra de un montón de árboles y, tanto a vuestra izquierda, como a vuestra derecha, podréis admirar las vistas preciosas del lago. Al final del dique, otro parque: el Parque de las Flores (Huagang), un lugar bonito y tranquilo donde descansar.

¿Siguiente parada? La Colina del Atardecer con su Pagoda Leifeng, desde donde disfrutaréis de unas vistas espectaculares de todo el lago y de las montañas. Y si al llegar aquí pensáis que estáis demasiado cansados como para subir escaleras y ver vistas, ¡no os preocupéis! No solo la colina tiene escaleras mecánicas que llegan a la mismita puerta de la pagoda, sino que la propia pagoda tiene ascensor para llegar al balcón más alto. Esta pagoda no es la original, sino que está construida sobre las ruinas de la antigua.

Después de todo este recorrido, solo nos queda la zona este del lago, donde Xihu y ciudad se confunden. Las grandes avenidas, el tráfico, las grabaciones de los autobuses recitando los nombres de las paradas, las tiendas, los locales de comida rápida, los vendedores de souvenires... Pero también las vistas al lago con un gran barco en forma de dragón dorado navegando por él, pequeños pabellones, jardines salpicados aquí y allá, estatuas de personajes célebres, algún templo y ya hacia el norte, el espectáculo nocturno diario de luces, agua y sonido.

En el centro del Xihu hay otras islas, creo que tres, pero solo se puede acceder a ellas con barco. Dos de ellas son muy pequeñitas y no tienen demasiado interés. La tercera es un poco más grande y es conocida como la Isla de las Estupas, que se encargan de que los malos espíritus se mantengan alejados del lago. Así que si tenéis tiempo y os apetece regatear el precio de la visita con los barqueros podéis aprovechar para ver el lago "desde dentro". Si queréis hacer esto, mejor buscad barqueros al norte del lago, suele haber más.

PAGODA DE LAS SEIS ARMONÍAS (PAGODA LIUHE)

Aunque con vistas al Xihu (al sur de este) queda un poquito alejada de la orilla, por lo que os recomiendo que vayáis en bus desde el centro de la ciudad. Es una de las pagodas más conocidas de Hangzhou, que en tiempos antiguos, cuando el Lago del Oeste y el río Qiantang eran solo uno, servía como faro para los barquitos que navegaban por allí. Un dato curioso es que esta pagoda tiene 13 pisos en el exterior, pero solo 7 en el interior. De noche, desde la orilla norte de la ciudad, podéis ver cómo la pagoda Liuhe ilumina el horizonte con sus luces rojizas. 

MONTE FEILAIFENG Y TEMPLO LINGYIN 

Uno de mis lugares favoritos en Hangzhou es el famosísimo Templo Lingyin, situado en el monte sagrado Feilaifeng. Está un poco alejado del centro, pero podéis y debéis (¡no os lo perdáis, por favor!) llegar a él con autobús. Este monte está lleno de cuevas con budas tallados en ellas, así como en las paredes de la montaña. El buda más famoso es el buda barrigón, que recibe a los turistas con una sonrisa un tanto burlona. El lugar es más que tranquilo, a no ser que lo pilléis en algún día festivo. 
Tras un paseo entre árboles, y relieves budistas en las piedras, llegaréis a la entrada del templo. Los diferentes pabellones del interior son espectaculares. Desde luego el templo tiene un ambiente muy diferente cuando se ve vacío y cuando se ve repleto de gente rezando.

PARQUE NACIONAL DE HUMEDALES XIXI

Es el único parque de humedales que hay en toda China. Está situado a las afueras de la ciudad, pero, como siempre en Hangzhou, se puede llegar sin problema en autobús. Lleno de lagos, pantanos, estanques... No podéis rechazar un paseo en barca por allí. En este parque se produce seda y, además, era el lugar original donde se localizaba la ópera del sur de China. Incluso tendréis la oportunidad de ver algún espectáculo al respecto allí. Yo estuve allí en septiembre e intuyo que durante los meses de invierno no merecerá tanto la pena. 
A la salida del parque podéis entrar en el Museo de las Pinturas 3D y pasar un buen rato sacándoos fotos originales y divertidas.

ALDEA DEL TÉ LONGJING

El té Longjing o té del Pozo del Dragón es uno de los más famosos, no solo en China, sino en todo el mundo. Es recomendable visitar esta zona sobre todo en primavera, ya que es cuando las plantas de té brotan. 
El té de Longjing tiene su fama más que ganada, ya que tanto su olor, como su sabor son exquisitos. Sin embargo, no os recomiendo que lo compréis en la zona de la aldea, su precio será mucho más caro que en cualquier otro sitio. Podréis encontrarlo a mejor precio en otros lugares de la ciudad. Si no queréis arriesgaros, compradlo aquí, pero, como siempre, regatead.
La aldea está a una media hora del centro y podéis llegar allí con bus. Allí se encuentra también el Pozo del Dragón, que da nombre al té. La leyenda cuenta que quien beba el agua de ese pozo conseguirá grandes riquezas, pero... bueno, yo no recomiendo que tentéis a la suerte, porque riquezas no sé, pero la probabilidad de conseguir una gran gastroenteritis es alta.

CALLE HEFANGJIE

Se trata de una calle de estilo tradicional llena de tiendas y puestecitos donde podréis comprar los souvenirs esos que vais coleccionando desde que llegasteis a China. Regatead mucho, mucho, mucho, porque al ser una calle turística los precios están por las nubes. El ambiente de esta calle es único, especialmente cuando hace buen tiempo. Los vendedores te llaman para que les compres a ellos, todos gritan las ofertas del día, te dan vasitos para que pruebes el té tan rico que venden y, mientras, enfrente o al lado, dos chicos amasan pastelitos con diferentes tipos de semillas al golpe de un martillo enorme y con gritos de esfuerzo como si se tratara de un partido de tenis.
A mitad de calle, más o menos, está la Farmacia Tradicional, donde, de forma gratuita, podréis disfrutar de su museo.

Y bueno, si después de todo esto aún tenéis tiempo y os habéis quedado con ganas de más... 

-Gran Canal: el canal artificial más largo del mundo, que une Beijing con Hangzhou y alrededor del cual encontraréis escenas bastante tradicionales y llenas de encanto.

-Pagoda Baoshi:  en una colina al norte del lago, con buenas vistas a la ciudad y al Xihu.

-Mausoleo de Yue Fei: también al norte del Xihu.

-Templo de la Colina Wu: al sureste del lago, lo veréis desde la plaza al comienzo de  la calle Hefangjie. 

-Mezquita del Fénix: en la cima de la colina Fenghuang.

-Antigua residencia de HuXue Yan: un farmacéutico muy rico que vivió en Hangzhou en el siglo XIX.

-Museo de la Seda 

-Museo de los Paraguas

-Pequeño París: a las afueras de Hangzhou, una réplica de París en plena China.

¡Y esto es todo! Para terminar, deciros que Hangzhou es una ciudad preciosa en cualquier época del año, sobre todo en primavera y otoño. Si ya habéis estado allí, pero pasáis de nuevo en una época distinta, os sorprenderéis de lo diferente, pero igualmente hermoso, que se ve todo. 

Si vais a viajar a Hangzhou y tenéis cualquier pregunta, no dudéis en dejar un comentario o en escribirme un correo a: aidayetian@gmail.com