28 noviembre 2016

Hasta China en autoestop: 10 preguntas para Jordi Cos

Jordi me recibe en Skype con una sonrisa de oreja a oreja, mucha cercanía y con una actitud de lo más amable. Nos habla desde el campus de la universidad Huadong Zhengfa Daxue de Shanghai, donde comparte habitación con tres estudiantes coreanos. 
Jordi es un chico catalán de 22 años que tiene las ideas muy claras, ganas de absorber todo lo que el mundo ofrece y una visión de la vida muy particular. Para él lo más importante es perseguir sus sueños, vivir como quiere, y no como debe. Un día se dio cuenta de que su pasión es viajar y de que quiere "aprender y emprender". Lo deja claro en su blog, Hackea tu vida mientras viajas, donde vuelca sus experiencias, consejos y reflexiones.
A comienzos del verano comenzó una de las grandes aventuras de su vida: llegar hasta China haciendo autoestop desde Barcelona. Tras algo más de dos meses y 14 mil kilómetros de camino, lo consiguió. Ahora, ya asentado en Shanghai y con el plan de quedarse en Asia durante una larga temporada, nos habla sobre este largo viaje y cómo está viviendo sus primeros meses allí.






1- ¿Por qué decidiste emprender este viaje? ¿Por qué elegiste China (Shanghai) como destino? ¿Qué tal se vive allí?
Por cuestiones de trabajo mis padres viajaban a China cuando yo era pequeño y solían traerme regalos de allí. Palillos chinos, tazas con dragones... A mí estas cosas me llamaban muchísimo la atención y las miraba como si fueran objetos extrañísimos y misteriosos. China empezó a llamarme la atención. Con los años me puse a estudiar chino y los caracteres me fascinaron. Intenté contactar con gente de allí para practicar, e incluso hice couchsurfing y hospedé a chinos en casa. Pero me di cuenta de que para aprender chino tenía que ir a este país. 
Siempre pensé que iría a China en avión, pero el año pasado hubo diferentes motivos que me hicieron cambiar de idea (unos libros que leí, un compañero de piso que tuve..). Me dije a mí mismo que tenía que ir a China haciendo un viaje largo, por tierra, viajando solo, para poder encontrar respuesta a ciertas preguntas e inquietudes que me rondaban la cabeza. Además, el llegar hasta allí de esta forma me demostró que para conseguir algo hay muchos caminos y que el camino fácil no es necesariamente el mejor.
En cuanto a cómo se vive aquí, Shanghai es una de las ciudades más pobladas del mundo. ¡Aquí viven 15 millones de personas! Nunca había vivido en un lugar tan grande. Creo que es un buen lugar si has venido a estudiar o trabajar, pero no creo que sea tan bueno para asentarse o tener una vida tranquila. 

Recorrido realizado por Jordi, desde Barcelona hasta Shanghai.

2- ¿Qué es lo más importante que has aprendido a lo largo de esta aventura?
Que hay una llave que abre muchas puertas: el amor. Amor en el sentido de dar a los demás sin esperar algo a cambio. En todas partes hay gente que te abre las puertas de su casa y que te ayuda cuando lo necesitas. Hay personas con las que apenas pasas unas horas y, cuando tienes que irte, te despiden con un abrazo más intenso que el que puedes haberte dado nunca con un amigo de toda la vida. Este viaje me ha hecho sentir muy humano.

3- Has hecho este viaje solo y, cuando uno viaja solo, surgen situaciones en las que uno se enfrenta a lo mejor y a lo peor del ser humano. ¿Te has encontrado más de lo primero o de lo segundo?
Creo que cuando viajas es todo mucho más intenso que cuando estas en tu zona de confort. Cuando algo es bueno, es muy bueno y cuando algo es malo, es muy malo. He conocido muchas más buenas personas que malas y, de hecho, he llegado a la conclusión de que la mayor parte del mundo es bueno. Pero sí, me he cruzado con mala gente. En algunas ciudades grandes, como San Petersburgo, me encontré a un grupo de hombres bebidos que se acercaron en busca de pelea. En Mongolia, en Ulán Bator, también me pasó algo parecido una noche. En Copenhage me robaron la mochila donde guardaba el portátil y la cámara. Puse una denuncia y por suerte encontraron al hombre que me había robado y pude recuperar mis cosas.

Carretera que conecta Mongolia con China (Imagen de Jordi Cos)

4- ¿El idioma te supuso un problema en algún momento a lo largo del trayecto?
Para nada, no tuve ningún problema de comunicación. Algo curioso sobre lo que he estado pensando es que me pasé 8 años estudiando inglés en la escuela y al terminar mi nivel era muy, muy básico. En cambio, estuve 15 días en Mongolia y con tan solo ese tiempo allí era capaz de comunicarme con los mongoles. ¿Por qué? Porque allí nadie hablaba mi lengua, tuve que aprender por necesidad, me veía obligado a practicarlo y, además, lo disfrutaba. 
En Rusia pase 5 días en el tren transiberiano, allí cogí una libreta y, preguntando a un ruso que hablaba algo de inglés, hice una lista con palabras y oraciones básicas. Solo con eso puedes comunicarte y la gente te entiende. Con eso y mucha gestualidad te comunicas en cualquier parte del mundo.
En China, tampoco he tenido problema. Aunque es verdad que, a pesar de que estudié chino durante 3 años en Barcelona, es complicado y muchas veces cuesta entenderse.

Foto tomada por Jordi en un mercado callejero en Beijing.

5- ¿Repetirías la experiencia de hacer un viaje tan largo haciendo autoestop?
Sí. Me encantaría volver a Barcelona haciendo la ruta de la seda, pasar por Turquía, Israel, Palestina, pasar por todo el norte de África hasta Marruecos... Este viaje ha sido una revolución para mí y no quiero que sea la última revolución de mi vida.

6- ¿Qué consejo darías a alguien que quisiera hacer lo que tú has hecho?
Un consejo para la gente que no se atreve a realizar este tipo de aventuras porque piensa que el mundo es muy grande y que China, por ejemplo, está muy lejos... Tened un atlas a la vista en vuestra habitación y miradlo cada día, al final el mundo se convertirá en algo común, cercano, y esa aventura os resultará mucho más posible.
Animo a cualquiera a que cumpla sus sueños, que deje cualquier cosa que no le llene completamente, que no se quede atado por lo que pensarán los demás, porque eso no lleva a ningún sitio. Se puede vivir la vida con mariposas en el estómago. Es verdad que el dinero puede limitar, pero existen muchísimas becas y recursos con los que se puede viajar con poco dinero.

7- ¿Qué es lo que más te ha gustado de la cultura china o de sus gentes? ¿Y lo que menos?
Creo que, con diferencia, lo que más me gusta son los parques públicos. Por la mañana hay abuelitos haciendo taichi, señoras bailando, por la tarde gente volando cometas, niños haciendo pompas de jabón... Me fascina la actividad y alegría que hay en los parques. Vivo justo al lado del parque Zhongshang y cada día voy allí. Me encanta.
Lo que menos... Creo que son pequeñeces, pero son esas cosas las que me hacen pensar que no viviría aquí el resto de mi vida o que no formaría aquí una familia. En primer lugar, no veo el cielo de Shanghai. La contaminación es un problema. Por otro lado, a pesar de que he viajado mucho, mi mentalidad sigue siendo muy europea. Mantengo unos estándares de orden y limpieza que es difícil encontrar aquí y eso a veces choca.
Además, hay otro tema... La comida china me gusta mucho, ¡pero creo que aún no estoy acostumbrado a comerla cada día! Echo de menos la comida mediterránea, la comida de mi madre. Creo que si en la residencia donde vivo tuviésemos cocina lo llevaría mejor. Soy bastante cocinillas y, aunque me encantan los noodles y el arroz, me gustaría poder cocinar de vez en cuando. Aunque esto último no lo considero un punto realmente negativo.

Foto tomada por Jordi en un mercado callejero en Beijing.

8-¿Cuál crees que es la diferencia más grande entre los chinos y los españoles o al menos la que más te llama la atención?
Creo que los chinos son mucho más “líquidos” que nosotros. Son agua. Lo puedes ver en la calle, fluyen mucho. Llegamos aquí con una mentalidad bastante cuadriculada, pero solo con salir a la calle en China ves que todo fluye. Parece caótico, pero en realidad son como ríos que se cruzan entre ellos y siguen su camino, sin chocar. Nosotros somos más bien como piedras, chocamos, nos golpeamos y eso hace que surjan conflictos. Cuando el agua choca con agua, el conflicto es menor. Vivir aquí te enseña a fluir.
Por otro lado, en España se oye hablar muy mal sobre los chinos, que si van a quitarnos el trabajo, que si son sucios... No sé muy bien en qué se basan para decir esas cosas, pero se habla muy mal de ellos. Además la gente no se molesta en acercarse a su comunidad. Sabemos que están muy lejos de su país, pero no nos preocupamos por saber cómo están, si necesitan ayuda... No nos molestamos en saber si podemos hacer algo por ellos. Cuando un español va a China, creo que recibe una lección. En China mucha gente te ve extranjero y se preocupa por ti, te ayudan, te tienen en cuenta. 

9- Llevas poco tiempo allí, pero seguro que ya hay algo que crees que echarás de menos cuando tengas que marcharte, ¿qué es?
Un montón de cosas. Creo que echaré de menos cruzar las calles a lo loco, entre una marabunta de coches y motos.

10- ¿Y echas algo de menos de España?
Había hecho viajes antes, pero nunca había echado en falta a mi familia, porque sabía que volvería pronto. Pero esta vez, como sé que probablemente me quedaré unos años en Asia, les echo de menos. Me gustaría poder cenar con mis padres, estar con mis hermanos, escuchar a mi hermana tocando la guitarra...

Wuzhen (Imagen de Jordi Cos)

Si te has quedado con ganas de conocer más a fondo a Jordi y su aventura, no dudes en visitar su blog: http://antropoglobo.com/ 

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡Ops, gracias! He mezclado Wuzhen con Wenzhou y así sin quererlo he cambiado la foto de provincia :D Espero que te haya gustado la entrevista. Un saludo.

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  2. Me gusto mucho la entrevista. Muy completa. Muchas gracias.

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    1. Gracias a ti, Susana! Me alegro de que te haya gustado. Un saludo :)

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  3. Marín29/11/16

    Qué suerte poder hacer este viaje, seguro que la experiencia le marcara para siempre, he disfrutado mucho leyendo el relato.

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    1. Gracias por leer y comentar, Marín. Me alegra que hayas disfrutado tanto con la entrevista. Desde luego, es toda una aventura la que ha vivido Jordi! Saludos.

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  4. Por culpa de un libro me está rondando también a mí por la cabeza hacer una cosa de estas. Pero todavía no me atrevo, espero tener el valor suficiente algún día para hacerlo.
    Genial entrevista, por otra parte.

    ¡Saludos!

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